domingo, 25 de enero de 2009

lunes 26 enero de 2009

RETRATOS HABLADOS
El rito mágico de la política, en que
los nombres se pronuncian
Javier E. Peralta
LA BÚSQUEDA DEL PODER
implica la generación de ritos que se aplican de manera cíclica, puntual y metódicamente. Uno mismo es parte de toda una escenografía, en que la develación de nombres pareciera reunir un sentido mágico, que de hecho lo tiene, porque como pocas veces aparece el uso de la palabra y las pronunciación de la misma, para dar vida a lo que unos segundos antes se sabía que estaba ahí, pero no reunía cualidades claras de existencia.
Incluso los personajes centrales del gran teatro de la política, esperan hasta el último segundo para confirmar sus decisiones, que evidentemente estaban tomadas desde hace mucho, pero mucho tiempo, pero que saben no tendrían el mismo peso específico si no se mantiene la zozobra, la gran duda hasta el último milisegundo.
Hoy, en esa aplicación exacta de los ritos mágicos del ejercicio político, vestimenta de todos y cada uno de los partidos políticos, el Revolucionario Institucional permitirá que cada uno de los nombres de los siete aspirantes a una diputación federal se pronuncien, y de este modo cobren vida, se amolden al perfil que era esperado, y de funcionarios o dirigentes, de pronto sean candidatos y candidatas.
Hasta el momento que escribo esta columna, se mantenía en marcha la maquinaria de las especulaciones, diría más exactamente de lor ritos iniciáticos, para desembocar en uno de los actos de prestidigitación más apaludidos de manera constante por el respetable, y que tiene que ver con la transfiguración de los actores.
Porque además, estamos ante uno de los primeros eventos que tienen que ver, directamente, con la renovación del Poder Ejecutivo del Estado, de tal modo que cualquiera de los siete aspirantes, en este casos tricolores, deberá ser visto no sólo como candidato a legislador federal, sino, y casi en automático, a la primera magistratura de Hidalgo.
Y sin embargo, entre los siete, sólo un personaje ya es visto con esa posibilidad, lo que le ha permitido regatear hasta el último momento el distrito por el que desea ses postulada. Me refiero a la magistrada Alma Carolina Viggiano Austria, quien lo mismo puede ir vía la región Huasteca que por Pachuca, pero ha decidido que deberá ser el de la capital hidalguense por el que contenderá.
Mujer con el perfil más alto entre todos los aspirantes para el futuro que se asoma a la esquina, Viggiano Austria sin embargo podría haber caído en el pecado de todo político, que es la imposibilidad de ver un escenario en el que deba competir con la energía y decisión que la ha caracterizado prácticamente desde el inicio de su carrera.
Nadie habrá de negar sus atributos y cualidades, que la mantienen como la primera posibilidad en la historia de Hidalgo de que una mujer llegue a la gubernatura. Pero, y esto es vital, está obligada a una sentida reflexión en torno a la siempre necesaria capacidad de no ser tentada por la soberbia.
Aparece también Jorge Rojo García de Alba, líder priísta triunfador, que logró reconformar al tricolor luego de una gestión poco clara de Gerardo Sosa Castelán, y quien incluso podría haber trabajado a marchas forzadas para dejar un PRI-Hidalguenses con todas las condiciones para perder lo que tuviera que perder.
Jorge Rojo logró generar un sentimiento de unidad entre los militantes tricolores, a los que buscó en toda la geografía hidalguense para explicarles la buena voluntad de hacer política de altura y no de resentimientos.
A lo anterior se agrega un trabajo más que interesante, que ha culminado con la generación de una imagen propia en la que ya no es base esencial el nombre de su padre sino él mismo, a tal grado que su eventual postulación al momento bueno, dejaría de implicar en el sentir popular, la eternización de un personaje determinado.
Por lo que se refiere a Omar Fayad Meneses, quien hoy mismo será registrado como candidato a diputado federal junto con Rojo, es una pieza clave en las tareas de cabildeo que la bancada hidalguense relizará en el Congreso de la Unión.
Hábil como pocos en esos terrenos, se ha mantenido vigente en todo momento pese a críticas lapidarias que lo situaban de plano en el sepulcro del ejercicio político. Pues no, está más vivo que nunca y con todas las posibilidades para caer parado en el momento justo.
También, casi de última hora, Jorge Romero Romero, buscará ser legislador federal de nueva cuenta, y pese a ser el único que en todo momento dijo y redijo que quiere ser gobernador, reúne pocas posibilidades de llegar a ese nivel, con todo y ser un político talachero que a su partido, el PRI, le ha dado victorias importantes cuando ya se daba una derrota por descontado.
Irá también, si antes no se genera un desastre a propósito en su contra, Paula Hernández Olmos, Secretaria de Obras Públicas, sea por Pachuca o Tulancingo, donde no tendría problema alguno para ganar.
Con un perfil considerado de los más altos en la actual administración estatal, y todas las cualidades para destacar como legisladora federal, sin duda que debe ser postulada, pese a las circunstancias artificiosamente creadas para que no sea así.
Merece pues esta oportunidad, además de que ya es parte de una nueva generación de mujeres políticas en Hidalgo con una visión más amplia de lo que implica el ejercicio del poder.
Por lo que se refiere al ex gobernador, Manuel Ángel Núñez Soto, todo parece amarrado para que sea por la vía plurinominal como llegue al Congreso federal, donde ha generado muchas expectativas su eventual nominación, por tratarse de uno de los economistas de más alto nivel en el país, y lo que esto implica no sólo para Hidalgo, sino para el futuro candidato tricolor a la Presidencia de la República.
Por lo mientras hoy, el rito mágico se hará realidad una vez más. El rito en torno al poder, porque el poder también implica magia y un poco de querer creer que la realidad es algo menos simple de lo que vemos.
Y por hoy es todo, nos leemos en la próxima.
peraltajav@gmail.com

(Texto publicado el lunes 26 de enero de 2009, en el diario matutino PLAZA JUÁREZ, en Pachuca, Hidalgo)

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