Lunes 4 mayo de 2009

EL ALJIBE

¿Existió o no?

POR JAVIER E. PERALTA

En realidad nada existe. Cierto, podemos nombrar las cosas, cambiarles de nombre, para que de puerco se convierta en influenza humana, pero el caso es el mismo y el origen también.
La sociedad en que vivimos ha transitado desde hace tiempo por la creación artificial de lo que insistimos en llamar realidad, pero que a la postre descubrimos no lo es, simplemente no puede ser.
Vagamos desde que nacemos en un camino que puede o no estar plagado de baches, barrancos o subidas fáciles, para que el ánimo no decaiga. Pero desconocemos el rumbo a tomar, y por eso inventamos que vivimos, que el tiempo existe, lo mismo que los olores, los sabores.
En realidad nada existe, y lo que existe, lo inventamos.
Parece un atentado contra la moral sospechar siquiera que la influenza, antes porcina o de puerco, hoy humana, haya sido producto de esta costumbre de inventar la vida, construirla a la vista de todos con ingredientes sacados del saco de mago. Parece un atentado contra las buenas costumbres, parece una irresponsabilidad, un acto de traición a la patria misma.
Pero en todos persiste la idea de que vivimos en una caja de zapatos, a la que de pronto decidieron ponerle tapadera y obligar a sus pequeños ratoncitos a que dejaran de hablarse, mirarse, tocarse porque les haría daño.
Prohibido mirar con cariño a otra persona bajo pena de muerte. Prohibido hablar, hacer uso de la palabra, porque esa reconoce realidades y descubre mentiras.
Prohibido, de eso se trata.
(texto publicado el 4 de mayo de 2009, en la edición semanal del periódico CIUDAD, De Última Hora, que se edita en Pachuca, Hidalgo)