martes, 26 de mayo de 2009

MIércoles 27 mayo 2009

RETRATOS HABLADOS

• Xócthitl, aprender el arte del gesticulador
• Cinco años ya de la demanda contra Granados Chapa
y Rivera Flores

Javier E. Peralta

NACIDA EL 22 DE FEBRERO DE 1963 en Francisco I. Madero, Xóchitl Gálvez Ruiz
, con 46 años cumplidos, ha decidido caminar por los senderos de la política que se supone siempre combatió, pero que en estos tiempos de la lucha por el poder, pudieran generarle dividendos en el futuro inmediato, donde ya se vio como candidata a gobernadora de Hidalgo.
Comisionada Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas en la era Fox, la mujer, “de lenguaje simple y palabras altisonantes”, como la define su perfil publicado en Wikipedia, aprendió con singular rapidez, el arte de hacer una cosa y decir otra, o al revés, como le sea a usted más cómodo.
Porque resulta que de pronto empieza a erigirse como la que convoca a la concordia, al acuerdo, y de ribete engarza frases como, “no se vale que alguien le apueste a que el gobernador fracase, porque no fracasa el gobernador, fracasamos todos”, en relación a la compra de las 700 hectáreas donde pretende instalarse la nueva refinería de PEMEX.
Sorprendida, apunta que se enteró de la existencia de “mano negra” en el proceso para la adquisición de los terrenos y, como nunca mesurada y conciliadora, pide a los ejidatarios que si de poner condiciones, no todas sean de asuntos económicos.
Vaya pues toda una estadista, tolerante, que se erige como fiel de la balanza para que los asuntos caminen por buen rumbo. La virtud encarnada.
El asunto sin embargo es que si alguien ha generado “ruido” en la compra de las hectáreas, ha sido precisamente ella, por supuesto a trasmano, en una estrategia que busca precisamente todo lo contrario de lo que hoy plantea, y que desembocaría, a manera de triunfo, en la cancelación de la obra por el gobierno federal.
Es decir, estaríamos ante un fracaso para la administración pública estatal, y de este modo la que hoy jura y perjura que si le va mal al gobernador, mal le iría a todos, descubriría, también con sorpresa, que no era para tanto, porque su figura y posibilidades se verían beneficiadas al grado de colocarla como salvadora del estado de Hidalgo.
Gálvez Ruiz, una de las funcionarias del pasado sexenio que con más devoción a defendido a su ex jefe, Vicente Fox, está cierta que bajo la estrategia del hombre de las botas, en el sentido de adelantar a todos en pre-pre-pre campaña rumbo a la gubernatura, tendrá todas consigo a la hora buena.
Como tal se convenció, o la convencieron, que en la política a nadie hace daño fingir demencia, o simplemente fingir y de este modo jugar el juego de los que se abrazan en público, se dan golpes en el lomo, y apenas en la esquina se mientan la madre, para usar su estilo particular, por el poco cariño que en realidad se tienen.
No es exclusivo de Xóchitl, por el contrario, es una práctica común entre los integrantes de la fauna política.
El asunto sin embargo radica es que su discurso siempre ha sido en contra de las hipocresías del gremio al que hoy pertenece, y con la bandera de la claridad, “soy como soy y por eso mis groserías. Naturalita pues”.
No es así.
Y el asunto de la refinería ha evidenciado su nuevo estilo, su capacidad de convertirse en una gesticuladora profesional, igual que todos pues.
Declarar en público que dispuesta está a sacrificar su vida porque el proyecto de la planta de PEMEX se haga realidad, y todos sus parabienes para el gobernador Osorio, es una cosa. Hacer todo lo contrario en el terreno de las realidades, diferente.
Decir una cosa, hacer otra.
Igual que todos.
Nomás que está dice groserías.
EL PRÓXIMO MES DE AGOSTO SE CUMPLIRÁN CINCO AÑOS, de que el ex rector de la Universidad Autónoma del Estado, Gerardo Sosa Castelán, inició una demanda por “daño moral” en contra del periodista Miguel Ángel Granados Chapa, y el escritor Alfredor Rivera Flores, por la publicación del libro “La Sosa Nostra, gobierno y porrismo coludidos en Hidalgo”.
Con todo y que se intentó dejar de lado a Granados Chapa, quien por supuesto ha declinado esta posibilidad, estamos ante un hecho que se mantiene en los tribunales y con la amenaza latente de que se haga realidad el veredicto que obligaría a resarcir el “daño moral” que habría padecido Sosa Castelán, a manos de Rivera Flores.
Es evidente que ante la magnitud de la personalidad de Granados Chapa, el reconocimiento que ha tenido en todos los foros nacionales, y por supuesto también del estado, el demandante decidió “medir” sus decires y enfocar sus baterías contra el autor del libro.
Sin embargo no contaba con que el periodista ha cimentado su prestigio en la congruencia, en valorar el sentido de solidaridad y respeto a la libertad de expresión, que lo obligaban a permanecer al lado de Rivera Flores.
Para el mes de agosto, se anuncian una serie de eventos para conmemorar la fecha en que se dio inicio a una demanda de origen cuestionable, pero que por esas cosas del “destino”, ha prosperado hasta nuestros días.
Hablar de libertad de expresión, es hablar de la defensa de un derecho básico en toda sociedad, y que es poder decir lo que uno piensa.
Cinco años para reflexionar, analizar, asistir por supuesto a los eventos que con tiempo anunciará Rivera Flores y Granados Chapa.
Y por hoy es todo, nos leemos el próximo viernes.

peraltajav@gmail.com

(Publicado el miércoles 27 de mayo de 2009, en la edición del diario matutino PLAZA JUÁREZ, en Pachuca, Hidalgo)

No hay comentarios:

Publicar un comentario